No me caso con nadie a no ser
que
ese alguien me adore más que a ella
misma
y se parezca a quien yo me
acerqué
de viva voz para abrirnos la
crisma.
No me declaro a nadie que no
vuele
con alas propias y que me las
preste
mientras crecen las nuestras, porque
suele
costar la pena valga lo que
cueste.
No me pienso entregar en sexo y
alma
a alguna si esa alguna no me
ensalma
los huesos dislocados de mi
ensueño.
O apareces o con nadie me caso.
Respóndeme que sí, ¿o es que
acaso
no ves que soy fruto de tu
diseño?
Felicidades!!! Buen regalo este soneto para empezar la semana.
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