jueves, 27 de febrero de 2014

Jaque mate

Sal al paso al peón desobediente,
no vaya a soñar conseguir su meta
de acabar la carrera y, de una treta,
cambiarse por “un pieza” más pudiente.

Con sotana de obispo y en volandas
pasea el alfil por La Diagonal.
Enséñale verdadera moral,
mientras la torre sube por la banda.

Detén al potro ebrio haciendo eles.
La reina no es tan valiosa y me huele
que habría que bañarla en fuego griego.

Cambiemos las reglas si nos conviene:
si le dan jaque mate al rey, no tiene
porqué darse por terminado el juego.

martes, 11 de febrero de 2014

El arco del fracaso

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Al pasar por el arco del fracaso
me quemaste las puntas de las alas,
me tiré de pupilas en tu vaso
y aprendí a nadarte por las malas.

Desperté con un sueño entre las manos
y la mente calada hasta los huesos.
Por pasar de lo onírico a lo urbano
me quedé huerfanita de tus besos.

Te maldije con mis mejores deseos,
contradije los refranes de tu boca,
pero el tiempo fue tachando mis días de loca.

Olvidé de memoria los paseos.
Este amor de cuchillo entre los dientes
no entendió un futuro de abrazos ausentes.

En las cuencas vacías de los ojos
almaceno la lluvia de mi llanto,
me caliento de la quema de rastrojos
que aún encuentro entre notas que no canto.

Por lo menos ya he dejado de ir a menos.
La sonrisa con caries de la vida
me saluda con un gesto casi obsceno,
y yo me zafo de conductas de suicida.

Si te veo ya no me insulto por dentro
ni me culpo de lo que no tuve culpa;
del amor exprimimos ya toda la pulpa.

Ya da igual, brindo por el desencuentro
de dos pares de zapatos desgastados
que han perdido por no haber nunca ganado.

Te maldije con mis mejores deseos,
contradije los refranes de tu boca,
pero el tiempo fue tachando mis días de loca.

Olvidé de memoria los paseos.
Este amor de cuchillo entre los dientes
no entendió un futuro de abrazos ausentes.

Al pasar por el arco del fracaso
me quemaste las puntas de las alas.